DIAGRAMAS DE
ENERGÍA DE ALGUNAS MOLÉCULAS
La distribución de los electrones entre
OM disponibles determina la existencia y la fortaleza del enlace entre los
átomos interactuantes. Este hecho se concreta en el llamado orden de enlace, que se define como la semidiferencia del número de electrones
alojados en orbitales enlazantes y antienlazantes:
nº e OOMM enlazantes
– nº e OOMM antienlazantes
Orden de enlace =
----------------------------------------------------------
2
Cuando el orden de enlace es un número
positivo, existe enlace, existe la molécula; pero cuando es negativo o cero la
repulsión separa los átomos y hace inviable la proyectada molécula.
a)
¿Cómo es la molécula de
hidrógeno?
Por ejemplo, en el caso sencillo de la
molécula de hidrógeno, H2, el diagrama de energía se obtendrá por la
combinación de los únicos orbitales disponibles en los dos átomos de hidrógeno,
los 1s. Así se generará un orbital
enlazante σ y otro antienlazante σ*. Los dos electrones ocuparán el orbital enlazante, que es el
de más baja energía, y la molécula H2 será estable y le
corresponderá un orden de enlace igual a 1.
Diagrama
energético de la molécula de dihidrógeno, H2.
b) ¿Por qué no
existe el dihelio?
La molécula He2 tendría que
formarse empleando los OA 1s, únicos disponibles.
La combinación sería semejante a la del
hidrógeno y daría un OM enlazante y otro antienlazante. Pero en este caso hay
que alojar un total de cuatro electrones, con lo que se llenan los dos OM, y
resulta un orden de enlace cero, es decir, no hay enlace. Esto explica por qué
el helio no forma moléculas diatómicas.
Diagrama
energético de la hipotética molécula He2
Hay, por otra parte, señales de la
existencia de la molécula-ion He2+; lo que es razonable, puesto que
con OM antienlazante sólo semiocupado tendría un orden de enlace igual a 0,5,
es decir, hay enlace aunque sea débil.
c) Uno de los primeros éxitos de la
teoría de los OOMM: el paramagnetismo del dioxígeno.
En la teoría de Lewis, la molécula de
oxígeno, O2, se representa mediante un enlace doble que une los
oxígenos y completa ambos octetos O=O. Pero esta estructura no puede explicar
el hecho de que el oxígeno molecular sea paramagnético, porque esta propiedad
exige la presencia de electrones desapareados. Esta dificultad la superó el
método de los OOMM, en uno de sus primeros éxitos para explicar propiedades
moleculares.
En la figura se puede
distinguir la formación de los OOMM en el dioxígeno. Los OOAA que intervienen
son los de la capa de valencia: s, px, py y pz.
Orbitales
moleculares y espines electrónicos
en la molécula O2.
Los OOMM semiocupados
explican el
paramagnetismo.
El orden de energía de los orbitales de
la molécula de oxígeno es:
Los orbitales 2s se combinan para dar dos
orbitales moleculares σ, uno enlazante, σ(2s), y otro antienlazante, σ*(2s) .
Los orbitales pz, dirigidos según el eje internuclear, interaccionan para formar
dos orbitales moleculares σ(2pz), uno enlazante y otro antienlazante. Los orbitales atómicos
restantes, py y pz, se combinan para dar cuatro orbitales moleculares π,
de ellos, dos enlazantes, π(2py) y π(2py), y dos
antienlazantes, π*(2py) y π*(2py), (degenerados entre
sí).
Las energías de los OOMM formados se
disponen en el indicado orden creciente, de abajo hacia arriba en la figura, de
acuerdo con los datos obtenidos de las observaciones espectroscópicas.
Los doce electrones de valencia que reúnen los dos
átomos se han de ubicar en los OOMM formados, siguiendo el principio de
construcción. Los σ y σ* procedentes de los 2s, al ser los de más bajo contenido energético, se
llenan los primeros con cuatro electrones, dos en cada orbital. A continuación,
el σ procedente de los pz recibe dos
electrones, y los orbitales moleculares π procedentes del acoplamiento de los px
y py se llenan con un total de cuatro electrones, dos en cada uno.
Los dos electrones que quedan, de los doce disponibles, se tienen que alojar en
los orbitales inmediatamente superiores, los π*; pero, como son degenerados,
cada electrón irá a parar a un orbital distinto (regla de Hund), con lo que el
diagrama quedará al final con dos electrones sin aparear, que son los que dan
razón del paramagnetismo de esta molécula.
El cálculo del orden de enlace, aplicando
la fórmula expuesta más arriba, nos da un valor de 2, coincidente con la
estructura de Lewis, con el correspondiente doble enlace.
d) Una molécula
diatómica heteronuclear: el fluoruro de hidrógeno.
En las moléculas diatómicas con dos átomos
pertenecientes a diferentes elementos la obtención de OOMM se complica un poco,
porque los OOAA a combinar pueden ser diferentes, especialmente en energía.
Apliquemos las exigencias de la
combinación en cuanto a energías, simetrías y superposición. Para enlazar el H
con el F, disponemos, en principio, del orbital 1s del primero (con un electrón desapareado) y los
orbitales 2s, 2px, 2py y 2pz del segundo
(con 2, 2, 2 y 1 electrones respectivamente).
a) Combinación
efectiva entre el orbital 1s del H y el 2pz del F;
b) Combinación
nula entre un orbital 2px o 2py y el 1s;
c) Diagrama de
niveles energéticos resultante
La energía del 2s del F es demasiado baja,
comparada con la del 1s del H, como para combinarse con él, es decir, son niveles de
energía muy distantes. Los 2p del F, en cambio, tienen energías más próximas a la del 1s del H y, en principio,
podrían combinarse con el mismo. Sin embargo, 2px y 2py,
por su dirección transversal al eje internuclear, no tienen la simetría
adecuada para la combinación, ya que el 1s tendría que interpenetrar simultáneamente un
lóbulo positivo y otro negativo, con el resultado de que la interpenetración
neta sería nula (figura b). Los orbitales 2s, 2px y 2py
del flúor pasan, pues, a la molécula prácticamente inalterados.
En resumen, sólo queda la posibilidad de
combinar el 1s del H con el 2pz del F, con lo que se producen dos
orbitales sigma, uno enlazante σ y otro antienlazante σ* [en la figura a) sólo
se representa la formación del OM σ enlazante]. En c) se representa el diagrama
de energía de la molécula HF. El σ de enlace del 1s del H con el 2pz
del F es más estable que los 2px y 2py (tiene menos
energía que éstos), sin embargo el OM de antienlace correspondiente, σ*, es
menos estable que incluso el 1s del H.
La aplicación de la fórmula del orden de
enlace nos indica que éste vale 1, lo que está de acuerdo con la representación
de Lewis para esta molécula, H–F.
Tanto la energía del orbital 1s del hidrógeno (con 1
electrón) como la de los orbitales 2p del flúor (con 5 electrones) se obtienen de las
respectivas energías de primera ionización de estos átomos. El orbital
enlazante σ tiene una energía más próxima a la del 2pz del flúor que a la del 1s del
hidrógeno, lo que significa que este orbital molecular tendrá más carácter 2p-flúor, es decir, la carga
eléctrica negativa estará más desplazada hacia este átomo y la molécula tendrá
asimetría electrónica, es decir, el enlace (será covalente polar (orbital molecular σ asimétrico).
Algo semejante ocurre con el cloruro de
hidrógeno, HCl, pero en éste se combina el 1s del H con los 3p del cloro, dando
una molécula polar.
Si la diferencia de energía de ionización
entre los OA que se enlazan fuese mayor se formaría una estructura iónica, como
ocurre con el orbital 3s de Na y el 3p del flúor en el caso del NaF.
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